Una caricia corta
Para medir el daño;
un reloj resultaba precario,
y las balanzas eran meros mecanismos
con piezas oxidadas.
Los dedos entre cada surco
del engranaje
la sangre y el motor
las venas de aceite negro,
contados con los dedos,
cubiertos de llagas,
en las tripas del monstruo,
terminaron demonstruando,
que a la final:
sólo era un cachito de dolor,
directamente proporcional al placer.
Título: Tánatos
13.1.08
Publicado por Gabriel Fara en 10:46:00
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3 comentarios:
que raro!
enendendió mi blog en español,
pero me escribe en inglés,
es la 2º vez que me comentan spam
....
pero es un spam cariñoso, al final te manda un abrazo... ahhh.
Está buena Fara. Es bien potente! Los oxidados pero sÓlidos engranajes de esta poesía podrían ser, sin lugar a duda, la roca basamental de una nueva "powersía industrial", habría que poner un poco de W40 y estos mecanismos salen como mostros. A hug.
Tánatos de vuelta (de tuerca)
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