Pez espalda II
Una vez en la sartén
una vez en la pecera
ya no nado en piel
ahora esta la pared
revocada, y pintada con cal.
Publicado por Gabriel Fara en 08:22:00
Mejor, que vean a la poesía como enormes torres de metal al costado de la ruta, como luces que se alargan por la velocidad. Son cambios mínimos, respuestas repetidas hasta parecerles nuevas, es el virus del lenguaje que decía Burroughs, metiéndose ente nuestros tejidos y haciéndonos hablar con monosílabos. Son los montoncitos de tierra después de la lluvia.
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