Felicidad

Frutas de estación y el destino por escribir
enredan mi pelo con ramas de retama,
leí en la pared, creí en ella,
impactado por el sueño,
creí que era una premonición,
igualmente nadaban peces por mi sangre.
De a dos empiezan a llorar,
ahogan a la voz del inconsciente
de a dos empiezan a reír.

Me creen

El poema empieza con E,
no se anota en tu lista.
Fiebre como droga
en mi cuerpo bienvenida.
Risa de fondo, detrás del llanto.
Me alcanza lo que tengo:
otra tarde quemando mi piel.

Recuperado

Sembrados para vos
en el cemento,
pidiendo a Dios
un momento,
quietud para ver
que SI está.

Coleccionan latitas

Canciones sobre la piel
brotan de abajo de las uñas.
Combinan con tu cartera
y agitan el avispero de tu escote.
Cultivan el fino arte
del engaño y de la mentira.
Convencidos por el canto de la sirena
enseñamos la perla en nuestra concha
y nos cojen como a una reventadita cualquiera.

Vocal

Una oración importada
impregnada en una axila,
once ampollas engalanan
un urinario anti-arte
estallan en inglés atrayendo
a otras especies acuáticas
ordenadas en anteriores ocasiones
únicamente entre epilepsia anarquista.

Arritmia (te falta ritmo)

Los estetoscopios le encuentran un soplo,
una brisa de propaganda de caramelos de menta,
que nos pone la piel de gallina.
Se nos traban las monedas en el teléfono
y cuesta sacarse el cartelito que me pusiste.

Pasos en falso

Entrando en la ciénaga
pisando en puntitas de pié las piedras
usando patines porque el piso está encerado
esquiva la unión de los mosaicos.
La orilla del lago, la enagua colgada en la soga de la ropa,
y los confites de huevo de pascua
para que Hansel y Gretel se agarren caries.

Amarilla

Encima del piso de pinotea
en una alfombra, sonríe la mitad siniestra,
fue elegida para representar
a la Argentina en las olimpíadas
Consume cajitas de jugo y leche,
con la mirada perdida y nerviosa
en el Fin de la Historia
se va a pintar los labios de dorado,
le cuelga el pito del bañero del cuello.
Se sobrepone de un pico de presión
para pararse sobre sus huesudas
piernas de cangrejo.
Comentan en el barrio
que usaba una pollera amarilla.

Modigliani

Me cuesta traer las neuronas del fondo,
me cuesta vendarle los ojos al pasto,
me cuesta quemar las hojas verdes,
me cuesta caro éste capricho,
algunas veces me cuesta estirar el cuello como Amadeo.

Ya no es lo mismo

Prolijas decepciones,
solamente la vereda
me contesta las hemorragias
con su suave voz de grillo,
me vuelven a dejar sólo
en el medio del mar.

Descripción nº 1

Un periscopio, un semáforo roto,
en vueltas de manzana
y unas botas de lluvia,
acumula basura
soy disléxico...